martes, 11 de octubre de 2016

OPINIÓN:
DEBERES PARA CASA ¿UNA NECESIDAD?
A menudo los estudiantes del Bernuy nos quejamos de la cantidad de ejercicios que los profesores mandan diariamente para hacer en casa, de que no tenemos horas libres para dedicarlas a nuestro ocio. ¿Qué pasaría si las profesoras y profesores no mandaran deberes? ¿Realmente son éstos necesarios?
En los últimos años el debate ha “saltado” de la comunidad educativa y todo el mundo opina sobre el tema; incluso una conocida marca de muebles apunta en un gracioso anuncio de televisión: “menos deberes y más cenas familiares”. Creemos que “los maestros” son los que están mejor preparados para formarnos, pero incluso entre ellos no se ponen de acuerdo.
Muchos especialistas en educación, profesoras y profesores, madres y padres e incluso alumnas y alumnos están a favor de “mandar” deberes para casa porque consideran que es una forma de crear hábitos de trabajo, orden y superación; que el trabajo diario sirve para practicar lo aprendido en clase, aprender a expresarnos adecuadamente y nos ayuda a estudiar. Son muchos los que ensalzan las virtudes de las tareas porque fomentan la lectura y la capacidad de investigación; en definitiva, promueven la autonomía.
Sin embargo, también son muchos quienes creen que las seis horas que pasamos en el instituto son más que suficientes para realizar todas las tareas propuestas. Hay estudios que demuestran que España es el quinto país de la OCDE que más “deberes para casa” manda pero ese trabajo no se ve reflejado en el rendimiento académico donde ocupamos uno de los últimos lugares.
Refiriéndonos a “cosas” más cercanas vemos que los deberes quitan tiempo para estar con la familia, hacer tareas de la casa, otras actividades o, simplemente, tiempo de ocio. A veces, incluso generan problemas de ansiedad, estrés y déficit de atención incidiendo negativamente en las relaciones familiares.
Uno de nuestros profesores insiste en que todo es cuestión de organizarse; que el día tiene 24 horas y
quitando las que dedicamos a descansar (dormir), comer, asearnos y asistir a clase aún quedan seis o siete horas para otras actividades (salir, practicar deporte, ver la tele, jugar...) y hacer deberes. Haremos la prueba.
En definitiva, creemos que los deberes para casa son necesarios pero de manera moderada y, sobre todo, práctica: no queremos deberes repetitivos y tediosos.

ALUMNAS/OS DE FILOSOFÍA DE 4º